A continuación, se presentan una serie de recursos sobre comunicación inclusiva. Es crucial seleccionar la forma más adecuada para la situación comunicativa específica en la que nos encontremos, teniendo en cuenta el tipo de texto o discurso que estamos produciendo y, en última instancia, la acción comunicativa particular que llevamos a cabo en cada parte de ese texto o discurso.
1. Recomendaciones generales en la comunicación oral
- Incluir a todas las personas presentes en la conversación independientemente de su sexo.
- Permitir que todas las personas tengan oportunidad de expresar su opinión independientemente de su sexo.
- Valorar y tener en cuenta todas las intervenciones y opiniones independientemente del sexo de la persona.
- Dirigirse del mismo modo hacia hombres y mujeres, sin utilizar expresiones sexistas (señorita, bonita, etc.), o tópicos sexistas (“los hombres no saben hacer dos cosas a la vez”, alusión a los días de menstruación para justificar ciertos comportamientos femeninos, dar por hecho que todas las mujeres quieren ser madres, piropear, etc.).
- Dar a las mujeres oportunidades de liderazgo en la conversación.
- Utilizar el femenino plural “mujeres” ya que no debemos usar la palabra “mujer” para referirnos a la población femenina, pues es importante tener presente que nos referimos a un grupo diverso y plural, en el que existen las mujeres, no un único modelo de mujer.
- Si en una ponencia o charla solo hay mujeres utilizar el femenino para dirigirse a ellas.
2. Recomendaciones generales en la comunicación iconográfica
- Visibilizar a las mujeres evitando la figura masculina como modelo genérico de representación de todos los seres humanos.
- Visibilizar adecuadamente a las mujeres y a los hombres sin caer en estereotipos sexistas.
- Garantizar la paridad en la frecuencia de aparición de mujeres y varones en las imágenes.
- Ofrecer una imagen alternativa a modelos que permanecen preconcebidos en nuestras mentes, como el modelo de familia (padre, madre e hijos e hijas), del género del personal de ciertos tipos de empleo (mujeres enfermeras, hombres ingenieros, etc.), de este modo mostrando imágenes de modelos alternativos (familias homosexuales, con hijos/as con discapacidad, de otras nacionalidades, etc. y mujeres mecánicas, hombres cuidadores, diversidad de mujeres, etc.) se contribuye, de manera tan eficaz como a través de las palabras, a la consecución de una sociedad diversa y equitativa.
- No debe tomarse la figura masculina como representación genérica, dado que esto invisibiliza a las mujeres. En especial en aquellos campos en los que se encuentran infrarrepresentadas (determinadas áreas de trabajo, altas esferas, espacios públicos, etc.).
- De igual modo, un buen recurso a emplear es la duplicidad mostrando a ambos sexos en las fotografías e iconos.
- Alternar los sexos sin caer en estereotipos o sexismo garantizando la paridad.