A continuación se exponen toda una serie de usos lingüísticos que ofrecen una imagen peyorativa o denigrante de la mujer, en muchos casos relacionada con su sexualidad, valiéndose del léxico.

1. Uso del masculino genérico

El uso del masculino genérico, también conocido como "no marcado", se refiere a emplear el género masculino no solo para referirse a individuos de sexo masculino, sino también para designar al conjunto de personas, tanto hombres como mujeres.

En español, el género masculino predomina sobre el femenino. Cuando se hace referencia a un grupo mixto, se utiliza el masculino, al igual que cuando el sexo de las personas es desconocido. Esta práctica lingüística contribuye a la discriminación, ya que al presentar al hombre como el género genérico, se le otorga protagonismo en el contexto, lo que conlleva a una invisibilización de la mujer. Además el uso del masculino universal produce imágenes mentales masculinas y promueve que las mujeres aprendan a no ser nombradas.

“Los niños que terminen pueden ir al recreo”, dice la maestra. Julia se queda sentada en su pupitre, esperando su turno. “Fulanita, he dicho que podéis ir al recreo” y, como Julia permanece inmóvil, al final le explica que con “niños” se refiere también a las niñas. Horas más tarde, el profesor de gimnasia dice: “Los niños que quieran formar parte del equipo de fútbol que levanten la mano”. Julia alza la mano, decidida, a lo que el profesor, incómodo, reacciona: “He dicho los niños”. Julia, estupefacta, no entiende nada. “¿Pero no había dicho ‘los niños’?”. Y así, las mujeres, desde pequeñas, tienen que aprender a deducir cuándo están incluidas y cuándo no. Aunque la anécdota puede parecer divertida, en realidad no lo es. Desde antes de nacer se educa de modo distinto a unas y otros, se nombran de modo diferente, se naturaliza la diferencia cultural como resultado artificial de las diferencias biológicas" (María Martín - Ni por favor ni por favora")

2. Perspectiva androcéntrica

La perspectiva androcéntrica representa algo más que un simple apartado dentro de un conjunto de fenómenos sexistas relacionados con la lexicología y la lexicografía. El androcentrismo es sobre todo una actitud ante la vida que consiste en interpretar el mundo desde la óptica del hombre.

Podemos verlo desde dos puntos de vista. En primer lugar, el problema que plantean algunas palabras, cuyos significados y usos solo pueden explicarse y comprenderse en tanto en cuanto han sido organizados desde una visión masculina de la realidad. En segundo lugar, se tendrá en cuenta también el modo en que son presentadas a veces determinadas noticias relacionadas con la violencia de género.

Algunos ejemplos que sirven de muestra son los siguientes:

3. Saltos semánticos

Se trata de un fenómeno lingüístico sexista y no incluyente, el cual consiste en el uso de un vocablo con apariencia genérico y sin embargo no lo es. Es decir se produce cuando aparentemente se está usando el masculino genérico para nombrar al conjunto de hombres y mujeres, y sin embargo, se revela más adelante que su valor era específico, solo incluía a los hombres.

<aside> 🤔 Ejemplo: “todo el pueblo bajó hacía el rio a recibirles, quedándose en la aldea solo las mujeres y los niños.” ¿Quién entendemos que bajó? los varones, ¿no? (o los varones y las niñas). Sin embargo ese “todo el pueblo” parece genérico.

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