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La tecnología y el mercado avanzan constantemente y hacen imposible garantizar que una solución sea perfecta. Lo que sí podemos conseguir es que cada proyecto en el que colaboramos disponga de cuanto necesita en cada momento.
Si tenemos en cuenta que cada solución que proporcionamos está formada por las aportaciones que realiza cada miembro de Z1, descubrimos que nuestro verdadero objetivo es construir un equipo que potencie el nivel de implicación de cada persona y que impulse sus aptitudes en la dirección correcta.
Creemos que para construir un buen equipo es necesario generar un ambiente de colaboración en el que se potencie la creatividad y la innovación de forma que cada persona encuentre el camino que desee desarrollar a nivel profesional y personal.
Para poder preservar este entorno, sólo colaboramos e invertimos en proyectos que comparten nuestra forma de entender la creación de productos digitales, de manera que nuestra aportación siempre suponga un impacto, tanto en nuestros clientes como en nosotros mismos.
Conseguir ese impacto es el verdadero motor que hace posible que cada día mejoremos nuestras capacidades para proporcionar un nivel máximo de honestidad, profesionalidad y creatividad.
Nuestros procesos productivos deben tener siempre como referencia los tres conceptos sobre los que se asienta nuestra visión sobre la creación de productos digitales: empatía, eficiencia e innovación.
Aunque son conceptos evidentes, es necesario entender por qué son importantes para nosotros así como descubrir la forma de aplicarlos en nuestro día a día.
En Z1 básicamente aportamos soluciones. Soluciones en forma de productos digitales que se crean mediante procesos iterativos de diseño y desarrollo.
Entender completamente el problema que se pretende resolver en cada momento es el punto de partida para poder aportar la mejor solución. ¿Cómo sabemos que estamos proporcionando una solución correcta? Para nosotros, aportar una solución es tener en cuenta siempre las necesidades de los usuarios y de nuestros clientes a la hora de afrontar cada tarea.
Es cierto que no siempre es posible ser empático. En los casos en los que no seamos capaces de entender completamente el contexto de un problema es muy importante apoyarse en la colaboración con nuestros clientes para alcanzar una solución equilibrada.
Una solución equilibrada es aquella que se encuentra en un punto intermedio entre las estrategias de negocio, las condiciones tecnológicas y las necesidades de los usuarios. Para encontrar ese equilibrio es necesario entender las aspiraciones y limitaciones de cada una de las partes y diseñar soluciones de forma colaborativa.
En definitiva, la clave es consolidar una relación de confianza con nuestros clientes de forma que perciban en todo momento que nuestras soluciones están centradas en mejorar sus productos.
El proceso para encontrar una propuesta basada en la empatía se divide en tres fases: respeto, contexto y solución.
Cada producto está condicionado por infinidad de variables que no siempre conocemos. Además, las personas que forman parte de dichos proyectos están sometidas a condiciones con las que no necesariamente convivimos.