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El teletrabajo en combinación con el cuidado de menores y/o personas dependientes presenta desafíos significativos que pueden afectar tanto la salud física como mental del trabajador/a.

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Para lograr una adecuada conciliación entre ambas responsabilidades, es esencial diseñar un entorno de trabajo óptimo, aplicar buenas prácticas de organización, contar con el apoyo de la empresa y adoptar herramientas para el auto-cuidado. La ergonomía, el manejo del estrés y el uso eficiente de la tecnología son cruciales para crear un teletrabajo que pueda ser saludable y productivo.

¿Qué se entiende por una persona en situación de dependencia?

Las personas en situación de dependencia son aquellas que, de forma permanente y por motivos de edad, enfermedad o discapacidad, precisan de la atención de otra persona para el desarrollo de actividades de la vida diaria como el cuidado personal, las tareas domésticas o la movilidad.

En estos casos, aunque no puedas acceder a los servicios o prestaciones ligados al reconocimiento oficial de la dependencia (tema que trataremos más adelante), contar con pautas prácticas para conciliar estas circunstancias con el teletrabajo es esencial para minimizar el impacto en tu vida profesional y personal.

Riesgos específicos en el cuidado de menores y personas dependientes

El teletrabajo junto al cuidado de personas dependientes puede dar lugar a varios riesgos que es importante identificar:

Medidas preventivas

Área de prevención Medidas específicas
Análisis de las responsabilidades de cuidado ➡️ Identificación de necesidades concretas: determinar si el cuidado implica movilidad reducida, necesidades de atención constante o intervenciones puntuales.
➡️ Compatibilidad con el teletrabajo: planificar las actividades laborales considerando los momentos de atención más demandantes del cuidado.
Análisis del espacio de trabajo ➡️ Condiciones del lugar: evaluar la ergonomía del mobiliario (silla, mesa, ordenador, etc.) y la iluminación del área destinada al teletrabajo.
➡️ Espacio seguro: verificar que el área de trabajo esté libre de obstáculos, especialmente si hay movilidad compartida con menores o personas dependientes.
➡️ Privacidad y confort: procurar un ambiente lo más separado posible del área de cuidado, siempre que sea seguro y factible, para evitar distracciones y reducir el estrés.
Prevención de lesiones físicas por el cuidado y prevención de accidentes domésticos ➡️ Técnicas de movilización segura: aprender y aplicar técnicas correctas para movilizar al menor o la persona dependiente, evitando lesiones lumbares o articulares.
➡️ Utilización de ayudas técnicas: emplear ayudas mecánicas como sillas de ruedas, camas articuladas, andadores, carritos, mecedoras, cuando sea necesario, para reducir la carga física sobre el cuidador.
➡️ Evitar riesgos de caídas: mantener el área de cuidado libre de objetos en el suelo que puedan ser peligrosos tanto para menores o la persona dependiente como para el trabajador/a.
➡️ Seguridad de la persona dependiente: asegurarse de que el menor o la persona esté en un lugar seguro cuando el trabajador esté atendiendo reuniones o momentos de trabajo intensivo.
Sentimiento de aislamiento o soledad ➡️ Mantener el contacto social y participar en actividades que disfrutemos, ya sea solo/a, con otros familiares o amistades fuera del entorno de trabajo.
➡️ Mantener contacto regular con el equipo. Además, participar activamente en grupos o canales virtuales tanto dentro de la empresa o en comunidades externas que compartan intereses similares.
➡️ Pedir regularmente feedback sobre el trabajo realizado para sentirse más reconocida y apoyada.
➡️ Buscar apoyo emocional. Hablar con compañeros/as de confianza o incluso un profesional de la salud mental puede marcar una gran diferencia. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino una forma saludable de cuidar tu bienestar emocional.

¿Estás a cargo de una persona en situación de dependencia?


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