Un equipo puede definirse como un grupo de personas que trabajan por un objetivo común. Aunque los miembros están coordinados y desarrollen un desempeño conjunto, no pueden ser catalogados como un grupo de personas que piensan exactamente igual y que están completamente de acuerdo en todo, ya que eso eliminaría su individualidad y la diversidad que aportan. Cada persona tiene sus propias opiniones, vivencias, motivaciones y frustraciones. En otras palabras, no hay una "opinión" de equipo por si misma, sino un conjunto de visiones que se revisan democráticamente y que llevan a un consenso.
Es por eso que en la gestión de equipos no solo es importante el factor de recursos humanos como ejecutores del trabajo, sino que también es muy importante tener en cuenta la dimensión social cuando hablamos de cómo mi trabajo coexiste y colabora con las actuaciones de otros miembros dentro de un mismo equipo. Por esta razón, debemos abordar la creación de un contexto social estable para que el trabajo y las dinámicas del equipo fluyan de manera efectiva.
Uno de los modelos que ayuda a comprender la evolución social de un equipo y su proceso de maduración es el propuesto por Bruce W. Tuckman. En un estudio, este psicólogo observó a varios equipos pequeños interactuar a lo largo del tiempo y concluyó que los diferentes grupos de trabajo atravesaban una serie de etapas. Durante estas fases, se podían identificar diferentes características en las relaciones sociales que se establecen y consolidan entre sus miembros, así como en la actitud que toman frente a las tareas.
Cuando se crean nuevos equipos en las organizaciones, se espera que funcionen de manera efectiva desde el principio. Sin embargo, las etapas que atraviesa un equipo son necesarias e inevitables.
En la siguiente página veremos en detalle cada una de las etapas por las que pasan los equipos según el Modelo Tuckman:
Modelo Tuckman en el desarrollo de los equipos
A lo largo de las diferentes fases del Modelo Tuckman nombramos una serie de disfuncionalidades (*) , que en menor o mayor medida, se encuentran presentes en las diferentes etapas hasta llegar a la de Performing. Es muy importante poner gran atención en estas y superarlas para poder llegar a tener un equipo funcional, cohesionado y que tengan como objetivo común la realización conjunta de proyectos de calidad. En concreto nos referimos a:
En la siguiente página se presenta en detalle el contexto de cada una de estas disfuncionalidades:
Disfuncionalidades en los equipos
A pesar de toda la información aquí presentada, la realidad sigue siendo que el trabajo en equipo significa en última instancia la práctica de un pequeño conjunto de principios y actuaciones durante un periodo prolongado, con lo que la variable tiempo es muy importante. El éxito, evidentemente, no es asunto de dominar una teoría o pasos exactos, sino de abrazar el sentido común y adaptarnos a los miembros y necesidades de nuestro equipo.
Los equipos tienen éxito porque son humanos ya que somos sumamente sociables y venimos predispuestos genética y psicológicamente para ello. Reconocer a los miembros del equipo como personas con sus imperfecciones, experiencias, emociones, cogniciones y hábitos es la clave fundamental para la adaptación mutua y superar las disfuncionalidades comentadas así como para trabajar bajo objetivos comunes que nos lleven a la fase de Performing.